martes, noviembre 06, 2007

YO ES OTRO
CÓMO REINVENTAR POESÍA

Por: Roxana Crisólogo

Hablar de la obra poética de Johnny Barbieri hace ineludible refererise a Noble Katerba (NK) grupo literario que él fundara junto con otros poetas de la Universidad Nacional Federico Villarreal, una noche oscura de 1990. Noche oscura de apagón, coches bomba y salones vacíos que obligaban a echarse a caminar por la bulliciosa avenida Colmena o a sumergirse en la acogedora calidez de alguno de los bares que rodeaban la universidad. NK surgió en un escenario universitario hostil y fue fiel reflejo de una época donde la violencia excesiva te obligaba a callar e ensimismarte. Las grandes definiciones no sólo literarias sino políticas así como los manifiestos y posicionamientos como grupo las dejaríamos para después. Mientras tanto los poetas iban a construirse un cuarto propio. Escritura como muro de contención, como búsqueda de placer en sí mismo y felicidad, como goce de imagen y pared que separe y a la vez proteja del mundo.
Fue en una de esas noches oscuras de 1993, en la que Johnny sacó a la luz su primer poemario. Branda y la Mesón de los Pandos, libro de corte surrealista, de pulsaciones alimentadas por una vitalidad sorprendente, poco o nada tenía que ver con un escenario ensombrecido por el pesimismo y el miedo, el Perú de inicios de los 90. Johnny se convirtió en el primer integrante del grupo en publicar. Desde entonces, nos ha entregado 9 libros. Lo que lo convierte en uno de los poetas más prolíficos y constantes de su generación.

Desde El libro Azul (1996) su segunda entrega y los que le siguieron: Maka (1999), Jugando a ser dios (2000), Carne de mi carne (2002), La virgen negra (2003), Libro Hindú (2005) y Viajando a Nairobi (que obtuvo el premio Horacio en el 2003) publicado en el 2006, la vocación de Johnny como creador de un universo poético más que de libros individuales ha consolidado una de las propuestas más originales vistas en la literatura peruana última.Libro tras otro ha conseguido mantener la coherencia de un lenguaje como mecanismo de producción de placer, sonido y melodía. Línea vanguardista y experimental en la que la palabra parece desbordarse gracias a una corriente
de fuerza arrolladora y que deja fluir la imaginación.

Si bien el juego de acumulación de imágenes, al cual Johnny recurre en ciertos pasajes de sus poemas, así como el carácter hermético de las mismas, podrían parecer excesivos, esto no es más que un riesgo al que se somete el autor y que a su vez responde a un objetivo lúdico. Una lectura continuada y total de este flujo de imágenes que rítmicamente se suceden unas a otras no busca otra cosa que invitarnos a un viaje por la sensorialidad del autor o provocarnos un viaje personal, un trance sujeto a un sinnúmero de significancias. Esta es una característica imprescindible en toda su obra que se presenta como una partitura musical.

En su último libro
Yo es otro, Johnny se propone redondear una propuesta aún más arriesgada y que ha coexistido de manera transversal en sus 7 últimos poemarios. Yo es otro es un libro que resulta particularmente difícil comentarlo sin dialogar con los poemarios, del mismo autor, que le anteceden así como con ciertos poemas que forman parte de la tradición literaria universal. Como su nombre lo sugiere, el autor del poemario es deliberadamente un ser anónimo, un otro, sin nombre. Aquí el nombre / la autoría deja de ser relevante y pasa a ser mera referencia.Yo es otro, es una propuesta de cómo hacer poesía y a su vez de cómo destruirla. Al intervenir poemas que forman parte de la inmaculada tradición literaria universal, Johnny afirma la temporalidad de la obra poética, la cual a su criterio es susceptible de ser retomada para reinventarla, destruirla y por qué no superarla.

De esta manera nos encontramos con un conjunto de 20 textos, todos recreaciones de poemas de autores de la talla de César Vallejo, Eduardo Eielson, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Arthur Rimbaud, Alejandra Pizarnick, por citar solo unos nombres.La inclusión de pie de páginas al finalizar cada poema (o versión del mismo) viene a darnos pistas del poema de origen, nombre del autor y del poema, número de versiones que corresponden al poema y las veces que éstas han sido publicadas en otros libros de Johnny. Pistas que nos serán de utilidad para seguirle el trayecto a los poemas que conforman el libro y que a su vez dejan una puerta abierta para los textos que vendrán.

Pues fiel a la lógica de Johnny, una se arriesga a afirmar que las versiones de los poemas que aparecen en Yo es otro puede que no sean la última versión / recreación del autor.Yo es otro, en este sentido, no es un libro terminado pues obedece a un ambicioso proyecto que va desarrollándose como un proceso de evolución interna de la obra, en cada uno de los libros publicados por él y que obliga a una lectura de todos. Impone la necesidad de seguirles el rastro.

Muchas veces si decimos que la impresión que queda después de terminar de leer un libro es que éste no ha concluido, tiene una connotación negativa, en el caso de Yo es otro esta afirmación adquiere un horizonte totalmente distinto. Es verdad, los poemas podrían no llamarse versiones finales sino puertas abiertas a corredores sin fin.

Este proceso de corrección infinita llevado al extremo por parte del autor no sólo propone la destrucción del sujeto poético único y su reemplazo por uno múltiple, sino que apunta a la desacralización del sobrestimado Yo poeta. El producto es un poema en permanente construcción, poema como espacio abierto que puede o no puede ser retomado e intervenido no sólo por Johnny sino por algún otro poeta o lector que acepte la aventura, el reto.

Después de leer este excelente último poemario de Johnny Barbieri, queda la curiosidad de lo que vendrá, qué otros tejidos será capaz de urdir con tal maestría el autor? por lo pronto lo más recomendable es volver a sus libros anteriores, diría, imprescindible. Caeremos en las redes del autor formaremos parte de este círculo interminable, de esta fuente inagotable que es la creación.

martes, octubre 23, 2007

LA POESÍA TI-MAKA, ACAPARA CON UNA SOMBRILLA DEL SILENCIOSO PLUMAJE ANDINO.


...La poesía es como el viento,

o como el fuego, o como el mar.

Hace vibrar árboles, ropas,

abrasa espigas, hojas secas,

acuna en su oleaje

los objetos que duermen en la playa..."


José Hierro (España, 1922-2002)


Por: Fernando Chuquipiunta Machaca (*)


No hace mucho me tocó hacer un artículo de poetas Huancaneños –para la Revista Presencia Cultural - y en esa oportunidad reuní más de 5 autores de distintas generaciones y tendencias. Pues bien, en esta ocasión –por obvias razones de espacio- decidí recurrir a la prueba del ensayo literario y bibliográfico. Pues a partir de 1960 hasta nuestra actualidad suenan nuevas voces de gran valía e importancia poética. Algunos que son poetas de gran eficacia; y asimismo, adquieren un mayor ámbito poético. Otros que, concluyen con los llamados: “Poetas de fin de siglo”.
Empiezo con Andrés Espinoza Cordero (Huancané-1933), es un notable abogado y magistrado probo, precisamente, en 1957 preparó un trabajo de investigación sobre el Sirvinakuy, interacción humana amorosa y de convivencia en los Andes Peruanos, y que hoy tiene una fuerza y vigencia ex – ordinaria como forma fundamental para la formación de la familia y posterior nacimiento de los hijos, en el mundo aimara. Sirvinakuy, es el único libro que tengo entre mano, por lo tanto, esta obra fue presentada primero como tesis para obtener un grado de bachiller para el autor, y segundo, el escritor Andrés Espinoza, es conocedor y observador de nuestra realidad y costumbres de los habitantes del mundo, de la población del altiplano y del mundo cósmico aimara- quechua; ya que preparó y presentó una bien documentada y fundamentada obra, tuvo una critica aceptable por los criticastros. Sirvinakuy, costa de 5 capítulos: en el I se ocupa de la familia, en el II del concubinato, en el III interpreta la evolución sociológica de la familia pre-colombiana en el Perú, en el IV el Sirvinakuy, en el V en su aspecto jurídico con un anexo sobre investigación en uniones matrimoniales en la aldeana provincia de los Mata curas. No obstante, cuando se hallaba en la plenitud de su talento y ejemplar ejercicio de la docencia universitaria, falleció en el Cusco en 1995.
En especial, señalo la labor literaria de José Luis Ayala Olazábal (Huancané-1942), quien ya obtendría en1967 el primer premio Sankayo de oro de los juegos florales de poesía Sur Peruana -al parecer- su nombre estuvo vivamente vinculado a la tarea poética. José Luis Ayala ha llegado a publicar hasta la fecha más de una veintena de textos literarios, además, uno de los mejores textos son: Carlos Oquendo de Amat (Biografía y crítica literaria), Wancho Lima (Croni-novela), El lago de los Brujos y Cábala para inmigrantes (Anti-novela)-Sólo para lectores zahoríes-. A ratos digo: La poesía de Ayala contempla una vez más a las profundidades de su cultura, para revelar la sensibilidad del pueblo aimara que lucha por su super-vivencia en un mundo de sesgada globalización, pero, como ya se ha dicho muchas veces, Ayala, nos muestra una parte del universo andino a la vez lleno de magia y dolor, de rara belleza y penosa tragedia social.
Otro representante de este movimiento poético es Julio Abelardo Luza Gironzini (Huancané-1945), con delicado temperamento y con bien trabajada estructura poética, cultiva, esa vieja anatema literaria, pero engarza bellas metáforas, casi superrealistas. Pues, se le considera, por otra parte, cercano a los poetas Dylan Thomas y André Bretón; pero, en el caso de Luza se le nota-esencialmente- vanguardista y retomando el delicado tinte melancólico de Oquendo y Vallejo. Luza Gironzini ha publicado: Las manos vacías, Tambores pluviales, Elogio a la danza; entre otros poemarios, habría que añadir del poeta Luza su dicotomía especial y sus palabras que quieren encerrar belleza y misterio ornamental, que sobre dicha temática preparó un trabajo orientado a la condición humana.
Sin duda alguna Juan Celso Carpio Carpio (Huancané-1946), es uno de los poetas de mayor respeto de nuestro tiempo. Casi no se volvió a saber de él –literariamente hablando- durante más de un santiamén, y su poesía era un documental anónimo, hasta ruda y pasquín, en efecto, las minúsculas cifras de amor, pudo acalorar su yo poético, pudo incentivar su tesón de titán, y algo por estilo, pero, teniendo ese hábil manejo de las palabras, hace que vislumbre su aroma de hidalgo; mas aún ahora entrega un fresco poemario inédito que se llama: Las pastillas de mi dolencia juvenil, este texto está entre mis manos y se puede encontrar un lenguaje, denso y decantado, además de eso los versos transfigura , como un velero decepcionante, en ese sentido, existe una reflexión espiritual y funde la otra cara de la moneda de la identidad que despierta el propio cuerpo.
Merece citarse especialmente a Gloria Mendoza Borda (Huancané-1948), es una de las poetas que ha logrado un caminar paradisíaco, similar seria sus vértebras preciadas, y su poesía está comprometida de un profundo lirismo, mezclado de dolor y esperanza, aunque siempre en el tono menor, que envuelve a veces la simple negación de la vida, y por sobre sus palabras prosaicas halla el mestizaje como el viento de las antaras. Gloria Mendoza ha publicado los libros de poesía: Wilayar, Los grillos tomaron tu cimbre, Lugar que tus ojos ignoran, La danza de las balsas, El legendario lobo, Dulce naranja dulce luna. Todos estos poemarios están dentro de la misma veta literaria, llena de metafísica, y, a veces, y el sentimiento de Gloria se adormece en un vaho deleitoso, en un sentido dinámico los versos de Gloria es totalmente lírica, nostalgia e introspectiva.
Es un artesano de la pluma exótica e histórica don Leoncio Mamani Coaquira (Huancané-1955). Viendo la experiencia de docente, su cultura y talento, ha adicionado a su labor de investigador social en diversos medios culturales, lo han convertido en un calificado conocedor de la realidad del altiplano peruano y su problemática, por lo que seguramente El pueblo aimara y los conflictos con el poder, es un titulo sumamente convulsivo; es un libro eminentemente logrado sin precedentes en un universo en el que es peligroso ser inteligente y más aún, si es que se tiene la razón histórica ; en cierto modo, tiene una visión científica de hechos dolorosos, trágicos e imposibles de borrar de la memoria social colectiva andina. Es a la vez un alegato contra el pasado y una propuesta para el futuro. El libro abre nuevos caminos por lo que necesariamente transitaran el avasallador sistema inca, como contra el dominio hispano, frente al poder usurpador del gamonalismo andino y/o en la guerra del pacifico.
El escritor Omar Vilca Chambi (Huancané-1963), vuelva a los momentos más difíciles de la violencia andina que nos conlleva a aplicar nuestra existencia actual. Fundamentalmente, Monografía de Rosaspata (México-Chico), se encuentra dentro de un proyecto que nos permita dilucidar nuestros grandes problemas, de carácter monográfico, y de liberalismo a ultranza. Pero la finalidad, no es formular recetas, ni difundir verdades absolutas. Se trata, al contrario de abrir un camino por donde sea posible transitar sin las regencias ni los sometimientos actuales; de asumir una cardinalidad distinta ya que es necesario aportar nuevas soluciones, pero también modificar el planteamiento de los problemas. Al tratar de reconstruir la historia del pueblo aimara, se nos presenta el problema del origen del hombre americano, puesto que los aimaras se originan en el altiplano, y su entorno es el rededor del lago titicaca.
Seguramente la estandarización no es ajena a
Leoncio Luque Ccota (Huancané-1964), es un notable poeta que ha dejado raíces innatas a este círculo literario, y del mismo modo sabemos muy pocas personas de su existencia vital, y de lo que no hay duda es de que su voluptuosidad elegante abarca en una senda totalmente refinada y exquisita, cuya expresión armónica está manada al fatalismo ordinario, por lo tanto éste escritor al inicio de 1990, allá en Lima, fundó la agrupación NOBLE KATERBA y de ahí pudo publicar orgullosamente, algunos poemarios de suma importancia entre las cuales están: Por la Identidad de las Imágenes, (1996), En las grietas de tu espalda (2001) y Crónicas de Narciso, (2005), y para concluir esta travesía poética del vate Leoncio, hé aquí un fragmento de su poesía ingénita: “La poesía es el aire que entra por la boca, que recorre por las venas, que nos inflama, nos quema, nos destroza, nos calma y nos desaparece como aire negro”.
Los primeros poemas que dio a conocer Leoncio Sejje Mamani (Huancané-1965) en la revista que él dirige Pukara anunciaron melodías distintas frente al coloquialismo imperante. A lo sumo, dichos poemas de lenguaje materno y único, para el buen saber andino, proporcionó un temperamento innovador hacia nuevas estrategias creadoras por donde creo yo, que sus poemas cantan caros homenajes a la naturaleza, a los líderes vetustos de Wancho Lima y al campesinado de la cúpula misérrima, así lo testimonian sus dulces sabores a menta. Leoncio Sejje es un hábil artífice del poema en prosa y su poder evocativo, parece querer captar toda la Realidad mediante la escritura, tal como se ve en del cual su prosaísmo comprende todo el testimonio que pasó en la insubordinación de la Ciudad de las Nieves, por momentos descarnados y viscerales, pero de gran pericia técnica.
En medio de ellos, rompiendo ese coro tradicional, arcaico y añejo, surgió la poesía de Gabriel Apaza Mamani (Huancané-1968), así como la de su generación, dio una vuelta en redondo hacia una bucólica simbolista y parnasianismo y sin distingo, a una poesía donde se descubre nuevamente el verso como conductor orgánico de un mundo de ideas, que, forman proclamas poéticas. El poemario Aporía de Gabriel, no es ya, simplemente, un manojo de poesía primitivo, chabacano y anodino. Sin duda alguna, Gabriel Apaza sabe lo que ofrece: Una poesía plena de símbolos, sensitiva y cadenciosa no obstante de metáforas y símiles, en cuyo uso, tiene una raíz social y un cordel quimérico, a pesar de la limpidez de su lenguaje coloquial, manifiesta una exigencia muy severa consigo mismo.
Representando al mismo ecléctico de los poetas altiplánicos, Fidel Mendoza Paredes (Huancané-1972), es otro nombre de interés en la poesía huancaneña, se aprecia en él, un lenguaje vigoroso, expresivo y vibrante. Tiene en su quehacer literario la publicación de sus textos importantes entre ellos: Impresa taciturna, Herejías, Te esperaré en el cielo, podríamos decir, en este caso, el arte novelístico de Mendoza canaliza un intimismo apaciguado e imaginario al clasismo burgués y, es sin duda, un hálito casi fatal pero ese es un merito mayor, asimismo, su poesía posee una gama de ideales decorativos que está aflorando más allá de la inquietud surrealista; además una buena parte de su poesía es antologada, por singulares libros de la literatura puneña como por ejemplo, del Profesor Feliciano Padilla, Jorge Flores Áybar y Percy Zaga, que lograron estudiar su trabajo poético. Ni soy cívico ni sentimental, la poesía de Fidel Nina exhibe un registro hipocondríaco ó sea una desventura del presente que sacraliza sobre su propia condición humana.
Como soy el autor de este comentario badalí no diré una sola palabra de mi trabajo. En su lugar usaré las opiniones de algunos escritores que se ocuparon de mi obra. Grata sorpresa es siempre un poemario de factura joven pero denotación profunda en sus contenidos como es “ Brío del trovador" tercera insolencia literaria de
Fernando Chuquipiunta Machaca (Huancané-1987), Insolencia, si, por que todo poeta asemeja un aprendiz de mago que hace suya la palabra, pero aquella no alcanza jamás a proyectar o transmitir entero el sentimiento del poeta. (Osejo Aguilar, Elio; en la contratapa del Brío del trovador). La simetría entre hombre y naturaleza tiene una explicación contraída con la historia y con la esencia misma de la vida. Fernando Chuquipuinta así lo expresa en su poesía cuando evidencia en sus versos ese gran sentimiento hasta panteísta con esa tierra tradicional e irreverente como es Huancané. El paisaje se muestra arrobador, la cotidianidad anhelante, su historia dinámica, y su gente prepositiva y encandilada de ensueños. Son los poemas de Fernando en relación a su tierra fotografías donde se registra el pasado, el presente y el futuro del acontecer huancaneño, ello esta expresado en el libro “Brío del Trovador” que nos motiva estas palabras. (Espezúa Salmón, Boris; en el prólogo del Brío del trovador).
Sin en verdad se reconoce una fuerte carga sentimental manifestada en nuevas formas, con imprecisiones que surgen en la vida actual, pero con surcos que viene de viejas censuras. Al final, es oportuno señalar ciertas similitudes, como el no haber registrado en esta coletilla literaria, el periodo, el movimiento y el género literario de cada autor. La razón sería -como señala Augusto Tamayo Vargas- la escasa documentación andina no es favorable ni aconsejable para un estudio literario. Por lo tanto, así se explicaría esta notoria omisión-seguramente-quedan sin aparecer nombres que tal vez mañana tengan mayor resonancia, y que he tenido que dejar, por ahora, en una labor de deslinde.


(*) Poeta. Ha publicado los libros: La pipa sinfónica y La crestomatía del tío arcaico y sus textos literarios, además viene batallando un libro de cuentos llamado La trilogía quimérica de papá óseo.

martes, octubre 02, 2007




Las Florescencias del ser[1]
Sobre Yo es otro (Casa Barbieri editores, 2007) de Johnny Barbieri


Por: Denisse Vega Farfán

Se sostiene que el “yo” al resguardarse en otros “yo”, no hace más que fortalecerse, ensancharse, no dar cabida a la verdadera creación, puesto que se produce una fusión de egos, y una sobrecarga de experiencias; es decir, de registros humanos ya concebidos, lo cual, a su vez, provoca una contraposición del “yo” consigo mismo, generando tal y como lo sostiene Krishna Murti en “La libertad primera y última”, ansiedad, miedo, destrucción, desesperación, desdicha; no sólo individualmente, sino también con el resto. La anulación del “yo” deviene entonces en un éxodo, en un viento lo suficientemente vigoroso para echarse a volar fuera de sí, para lograr la libertad interior.

Esto nos indica que la montaña se hace cada vez más alta y rocosa, si nos empeñamos en ver sólo la dirección de nuestros ojos, en tocarnos y sentirnos como la única carne que goza o llora. Así, el “yo”, aparece como una entidad muy mezquina como para detenernos circulando alrededor de él mismo, alimentándonos de su propia hambre. Una entidad fragmentada, incompleta; que para constituirse en una verdadera unidad necesita de las piezas espirituales del otro, ya no para ensancharse (como lo señalé en un comienzo) sino para realizarse mediante entregas de amor. Es el amor lo que destruye al “yo”, otorgándole palco preferencial al “nosotros”. Y para lograr esto, no sólo se requiere de inteligencia, sino de gran sensibilidad y valentía.

La poesía a través de los otros podría ser un camino tentador, ya que la poesía en sí misma muchas veces es otra forma de volver a encerrarnos en nosotros. Barbieri parece haber escogido este camino. Así, lo primero salta en una primera lectura es el descarte de una prelación de sujetos, originándose una categoría horizontal: yo es otro, otro es yo. Y también se destierra una prelación de especies, así tenemos: yo es árbol, yo es cisne, yo es paloma, yo es ángel, etc.

Barbieri, nos entrega poemas que son recreaciones de otros poemas, pero con frescos y descarnados matices, sea desde la experiencia propia como Elegía interrumpida de Octavio Paz donde incluye a sus propios personajes fallecidos (abuelos, madre, padre, tíos, primos); o desde la fabulación, partiendo de la misericordia que generan poemas como Cantora Nocturna de Alejandra Pizarnik, Albergo del sole II de Eielson, o Plegaria Americana de Jim Morrison. Con el principal leitmotiv, parece entreverse, de alcanzar “todo el ascenso a lo más profundo del ser”
[2], como dicta su primer poema.

Estas recreaciones a su vez, nos otorgan una nueva lectura, un nuevo cáliz, una nueva interpretación, una nueva forma de vivir poemas clásicos como El ángel y la rosa de Carlos Oquendo de Amat, o Primera muerte de María de Jorge Eduardo Eielson. Tenemos así, a partir de este último, la concepción de Segunda muerte de María, donde la decadencia, la miseria, el amor, la fertilidad, la tentación por la eternidad, la familia imposible corporizados en una mujer lánguida y condenada a la muerte; se constituye en una ciénaga ancha y desaforada que da luz.

En He vuelto Angelina, recreación de Adiós Angelina de Joan Baez, se palpa la necesidad del retorno a la esencia, de la inutilidad de la soledad humana, de seguir el propio camino sin alguien con quien andarlo y compartir los horizontes. Hay pues, necesidad de contemplarse en el otro, contemplarse con el otro, purificarse a partir del otro, de asentar una nueva especie de seres humanos, preocupados más en entregarse que en prolongar sufrimientos.

El acto de escribir podría verse retratado en el poema Paloma, describiéndose como la construcción de la luz de la vida mediante las manos. Y al poeta como “una paloma pintada en el aire /volando a la libertad siempre soñada”
[3]; no obstante a ello, se percibe una insatisfacción hacia la no valoración de los verdaderos dones humanos, como lo es la escritura; esto sin tampoco ser óbice para reconocer la trascendencia de este oficio, para guardar la esperanza de ser abrazado algún día de modo uniforme por todos. Sean los siguientes versos del poema Los Espejos, recreado a partir del poema Unión de los espejos de André Breton: “la masa encefálica regada en el suelo /tendrá los cristales más caros /el marco más hermoso”.

El “poema”, que podría interpretarse también como una de las formas que adquiere el “otro”, se muestra como una prueba de supervivencia ante la lucha de ir contra ese “yo”. Sean los versos de Poema, recreación del Don del poema de Mallarmé: “la mano del mago hace el poema /el poema que se agiganta prolongándose en el tiempo/ y te dispara en la sien. /Frente a él estás muerto”. Otorgándole al poema una vida sin fecha de caducidad, una misión más allá de quien lo escribe, misión consistente –a lo mejor- en armonizar el mundo.

Tal vez de las tantas corporizaciones que podamos encontrar del “yo” en el “otro”, una de las máximas representaciones sin duda es la de un hijo, desdoblamiento del “yo” por excelencia; elemento que es hallado en el poema Yo tenía un hijo, recreación del poema Iglesia abandonada de Federico García Lorca. Así, el hijo constituye una aspiración de la superación del yo, hacia un estado de pureza.

Otro aspecto resaltante en Yo es otro, es que la muerte es asumida como una puerta hacia la eternidad, así tenemos en el poema Segunda muerte de María ya mencionado, como en el poema Fin, donde el temor no existe, y la muerte es concebida como una bella aventura. Ya que no se puede tener miedo a lo que no se conoce, pues la muerte en sí no se conoce hasta que nos toca morir; sino que el miedo radica en perder lo que tenemos, lo que conocemos, o de lo que estamos hechos. Sean los versos del poema Fin, reconversión de Infancia V de Arthur Rimbaud: “que me alquilen esta lámpara
para alumbrar mis miedos /para ver la bellísima hondura de la muerte extenderse”. Parece ser que Barbieri entiende que las posesiones, circunstancias, personas y demás elementos que componen nuestra vida hasta el mismo “yo” son transitorios; y en compresión a esto, es que se nos da el privilegio de ser menos infelices.

Este libro surtido de imágenes, provisto de un lenguaje directo, sencillo y preciso (por mencionar algunas virtudes en cuanto a forma) más que en el modo de cómo y a partir de qué poemas ha sido escrito, su principal valor radica en que se constituye en un verdadero acto de amor e integración, en una entrega donde no se admiten los porqués, debido a que tal vez una de las mejores formas de vivir la poesía sea escribiendo sin paralizarse con cuestionamientos, tan sólo interpretar la palabra con la música que se dispara sin freno desde el interior. Un paso en la salida del “yo” que merece valorarse, y sobretodo en poesía, teniendo en cuenta que actualmente son pocos los poetas que parten de esta concepción del “yo” para elaborar sus poemas, y darle una huella a lo mejor más tersa y honorable a la poesía. Así en la sustracción del “yo”, apagadas todas las luces es posible la eternidad/ es posible ver la luz más tierna /la luz más palpable.
[4]
[1] Texto leído en la presentación del libro Yo es otro de Johnny Barbieri, el 28 de setiembre de 2007 en la ciudad de Chimbote.
[2] Verso del poema El cuerpo y el alma, de Johnny Barbieri.
[3] Versos del poema Paloma, de Johnny Barbieri.
[4] Versos del poema Luz, de Johnny Barbieri

sábado, junio 23, 2007


EL REFLEJO

© Ronald Castillo Florián
No podía creerlo, estaba justamente frente a mí, delante de mis ojos, casi casi en mis brazos… Siempre lo había soñado, siempre fue una obsesión, siempre fue un deseo universal encontrarlo, mirarlo, y suavemente tenerlo en mis brazos.

Fue un día de agosto, aproximadamente a las tres de la tarde, yo estaba con sed y cansado de tanto caminar dejando mi currículum en varias empresas donde puedan solicitar mis servicios. Lo recuerdo bien, yo estaba por la plaza San Martín, exhausto, perplejo, y conchamadreando a todo el mundo porque la sed y el cansancio me estaban desgraciando la vida.

De pronto, en una de esas apoteósicas mentadas de madre que daba a los transeúntes (mentalmente claro está) lo vi aparecerse -¿o fui yo quien me le aparecí?- pero lo cierto es que ahí estábamos los dos, frente a frente, pico a pico, nariz a nariz, pechito a pechito, lo miré, me miró, le moví las cejas, alcé las manos, estornude, y él hizo lo mismo, quién diablos eres, me preguntaba en silencio, quién diablos eres, me volvía a decir, y al instante mi cerebro (que nunca para ocioso) me respondía que era aquello que yo buscaba desde hace muuuucho tiempo, pero; qué era aquello, volvía a preguntarme y mi cerebro una vez más (es que el truhán es tan acertado) volvía a responder que era lo que necesitaba. Estuve un buen rato parado frente a él, un rato eterno, un rato ratísimo (en verdad un minuto pero que para mí era toda una vida), y ya cuando estuve cansado –un minuto vale horas- estaba a punto de hacerle frente, y en eso apareció otro tipo, éste era distinto, con barba, feo, mal vestido que me dijo de inmediato:

- ¿lo va a llevar o qué?

Lo miré asombrado diciendo: ¿me lo tengo que llevar?

- Claro que se lo tiene que llevar –respondió enojado- Pero antes me tiene que pagar.

Fue entonces que entendí, la cachetada de la realidad vino a mí, metí la mano al bolsillo y sólo tenía ochenta céntimos (precio del medio pasaje) y le dije:

- No necesito por el momento el espejo.

Me fui triste porque en verdad sí lo necesitaba, solo que no tenía dinero.

-FIN-

sábado, mayo 12, 2007




LA “gentita” PUCP ¡¡¡BUENA CASTA!!!
¿yo creo?
¿tú crees?
¿él cree?
¿nosotros creemos?
¿todo el mundo cree?
¿?



PREMIO NACIONAL PUCP
GANADORES 2004



POESIA
ELIO VÉLEZ MARQUINA: estudió y es profesor de la PUCP.


NARRATIVA
ALEXIS VLADIMIR IPARRAGUIRRE: Docente de Lingüística y Literatura de la PUCP .


ENSAYO
LUIS ANDRADE CIUDAD: Estudió Lingüística en la PUCP .



GANADORES DEL PREMIO NACIONAL PUCP 2007


POESÍA
JOSÉ MIGUEL HERBOZO DUARTE: Docente de Lingüística y Literatura de la PUCP .


NARRATIVA
Faltó un PUCP


ENSAYO
EDUARDO TORRES ARANCIVIA: historiador PUCP .

EL DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES DESTACA LA
IMPORTANCIA DE RESPETAR LA ORTOGRAFÍA EN INTERNET



Cesar Antonio Molina, director del Instituto Cervantes abogó ayer miércoles en el IV Congreso Internacinal de la Lengua Española por el respeto de la ortografía en Internet, donde abundan los errores y vicios idiomáticos, “es necesario respetar la ortografía. La velocidad no es sólo lo que importa”, según señaló ayer. "Tenemos que reflexionar sobre cómo mandar cartas por Internet. Es necesario respetar la ortografía. La velocidad no es sólo lo que importa", manifestó Molina en una conferencia en el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, en la que presentó las actividades del Cervantes.

Molina señaló que si antes las personas se avergonzaban cuando cometían errores ortográficos o se comían las palabras en una carta, lo mismo debe ocurrir en las comunicaciones por correo electrónico o “chat”.

“El lenguaje oral y escrito forma parte de un acuerdo social y hay que respetarlo”, subrayó el director del Cervantes, y recordó que saltarse las normas ortográficas, ya sea en los escritos tradicionales o electrónicos, “es una falta de solidaridad con la sociedad que ha pactado la manera de escribir”.
Molina consideró que actualmente hay un cierto caos en los mensajes por Internet, pero señaló que la propia sociedad se encargará de poner orden. “La ortografía es como la democracia, que también es un pacto entre ciudadanos y quien lo contraviene es sancionado”, expresó.

Por otra parte, el Instituto Cervantes también presentó este miércoles en la sede del Congreso un curso de español por televisión diseñado para facilitar el aprendizaje del idioma a millones de personas en el mundo.

El curso consta de 207 capítulos de 14 minutos cada uno, disponibles en diferentes formatos, con escenas grabadas por Televisión Española, señaló el director de Gestión Comercial y Desarrollo de Producto del Cervantes, Juan Pedro de Basterrechea. “El reto del Cervantes y de Radio Televisión Española es ofrecer tecnologías en fórmulas nuevas que atiendan la demanda del español”, dijo Basterrechea. El director del Cervantes, César Antonio Molina, añadió que al menos 14 millones de personas estudian español en cerca de 90 países y la demanda crece día a día.

“Estamos sobrepasados por la demanda ingente de estudiantes y por la solicitación de apertura de nuevos centros en muchos países”, dijo Molina, al recordar que el Cervantes tiene alrededor de 70 sedes en el mundo.
Diversos expertos han asegurado en la sesión de este miércoles en el Congreso que, pese a que el español ofrece prensa en línea en Internet, bibliotecas digitalizadas, ediciones digitales y comunicación interactiva, los productos desarrollados en este idioma son insuficientes.
“Una paradoja es que no se producen contenidos en español en la misma medida que hay usuarios que hablan español. La oferta de contenidos en español, de documentos en español, es muy baja en relación al número de usuarios que existen en Internet”, dijo Ramón Tijeras, también miembro del Instituto Cervantes.

“De ahí la necesidad de producir esos contenidos y de fabricarlos para que no sea el mundo anglosajón el que presente la nueva visión del mundo tal y como ellos lo entienden. Estamos dejando que los anglosajones cuenten el mundo a través de Internet y estamos perdiendo la oportunidad de reflejar el mundo tal y como lo vemos los hispanos”, afirmó.




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PRESENTACIÓN DE LA NOVELA DE MANUEL CADENAS MUJICA, INTEGRANTE DEL GRUPO DE POETAS NOBLE KATERBA


Editorial Casatomada y Ediciones ARSAM tienen el honor de invitarlo a la presentación de la novela PATIO DE BESTIAS, primera entrega del escritor, poeta y periodista Manuel Cadenas Mujica, cuyo panel de presentadores estará a cargo del laureado narrador peruano Oswaldo Reynoso y del reconocido escritor y cronista Eloy Jáuregui . Modera, Gabriel Rimachi Sialer, Ed.
La presentación se realizará este miércoles 9 de mayo a las 7:30pm, en el Piscobar de Miraflores
(Psje. Tello 215, Miraflores, entre la 3 y 4 de Av. Larco)





ALGO SOBRE PATIO DE BESTIA



Escrita hace poco más de una década, pero que conserva esa frescura salvaje que sólo tienen los buenos textos. Basado en una historia que podría suceder en cualquier espacio universitario, Patio de bestias describe el despertar de un grupo de muchachos a la política oscura, las intrigas universitarias, las noches de bohemia, el descubrir del conocimiento, y esa vorágine que es matiz exclusivo de la juventud. A diferencia de las novelas generacionales o de aquellas sumergidas en la temática fácil de drogas o alcohol, en estas páginas el lector descubrirá entre sus líneas, un mundo oculto, lleno de historias cuyo vértigo y estilo narrativo mantendrán el suspenso a lo largo de la historia.

sábado, abril 28, 2007





ADIOS JOSÈ WATANABE: TU SABIDURÌA FUE SUFICIENTE



El ángel no deseado

Esta noche ha vuelto mi ángel a husmear mis desechos,
a investigar mi vida con artificiosa delicadeza.
Mi ángel es de usos nocturnos, presiento
sus ojillos, su pequeña figura engordando entre los residuos,
me despierta
sólo con el peso de su presencia, sin palabras, sin trompetas,
sólo con el batir de sus alas sobre mis papeles, sobre mi ropa.
Nunca lo he visto, no conozco sus ojos,
no está entre la castiza colección de ángeles de Alberti,
sólo encuentro su inefable pestilencia cuando quiero asesinarlo
y sólo sus chillidos huyendo
y mi propia angustia en medio de las habitaciones.
Sin embargo mi ángel me conoce bien,
sabe que puede destruirme y cada día practica nuevos atrevimientos,
lo aguardo con un garrote
pero sabe que me temblará la mano cuando él me mire encrespado
de odio,
incomprendido.
Esta noche ha vuelto, está batiendo sus alas, sospecho claramente
las palabras que nunca dice
y que me invitan a un peligroso entendimiento:
Una angustia permanente
-buen tema para poetas, buen aliciente para mantener
la vocación-
a cambio de su albedrío por mi casa, a cambio
de no dejarle veneno o ratonera en los umbrales.

martes, marzo 20, 2007

lunes, marzo 12, 2007


POEMAS DE FERNANDO PÉREZ POZA




¿Quién soy? ¿Por qué escribo? ¿Qué busco? Son preguntas de difícil respuesta. Un día una amiga psicóloga me dijo: ¿Si no fuera persona, qué te gustaría ser? Y yo contesté: gaviota. Y si no fuera gaviota. Aire, mar, cielo, contesté de nuevo. Y casi sin analizarlo, me dijo: ¿Sabes lo que tú eres? Pues un soñador.

Mi vida se ha desarrollado entregado a los movimientos asociativos de tipo juvenil, sindical, cultural y de defensa del consumidor. Actualmente tengo 49 años, vivo en Pontevedra, España, ciudad en que ha nacido, y soy propietario de una pequeña editorial denominado El Taller del Poeta, que lleva ya publicado 164 libros de autores de todo el mundo, principalmente de poesía.




EL CANTO DE LA SIRENA

Al poeta mexicano Roberto Reséndiz,
en las horas tristes que suceden a un naufragio.

Has probado
el lecho de la hembra submarina,
la picadura mortal de la sirena,
sus cálidos senos,
el almendrado vientre,
ignorando el consejo de la divina Circe.

Has sentido
su pisciforme atracción fatal,
el néctar de su voz,
la voz del agua,
su canto lleno de promesas,
y ahora estás herido de ausencia,
tritón irritado, neptúnico ulises,
atado al mástil de tu propia vida,
el mismo que tú plantaste en el jardín del tiempo.

Sabes con certeza
que jamás volverás a oírla
y la has visto alejarse,
con paso tenue, a escama descubierta.
Desconoces el nombre de la ínsula que habita
esa hechicera que derribó
los muros de tu sacra Babilonia.

Era la rueda encerrada en el círculo,
el último delirio, el que jamás se olvida,
el hada de terciopelo que decía Baudelaire
o quizá,
simplemente,
una quimera
que te volvió realidad
el corazón.



Enero 2007©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España
.
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YO RECLAMO

Yo reclamo el mundo para mí,
toda la tierra y el agua
que existe
bajo el cielo.

Reclamo el aire que respiro
y cada estrella
que habita el firmamento.

Lo reclamo todo porque es mío
y se encuentra inscrito en mi memoria,
atrapado en el iris de mis ojos,
registrado en el notario de mis letras.

Amo cada arruga de la vida,
cada pliegue de sueño que desborda el horizonte,
cada gota de almanaque que derrama el tiempo
y se diluye en el latido de mis vértebras.

Soy el propietario universal de mí mismo,
insigne albacea de la nada,
digno sucesor de dios en la olla del destino,
pero, aquí, entre nosotros, te diré
que estoy dispuesto a renunciar a todo eso
por sentir la tangente de tu cuerpo
perpendicular a la tierra y paralelo al mío.


Agosto 2006©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
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LA MANZANA DEL EDÉN

Hay fragmentos de aire que aún huelen a ti,
a la manzana que colgaba del árbol
y no nos quiso ver, a la serpiente que escapó
tallo abajo por la cloaca del tiempo
mientras la semilla del agua cruzaba
el río lento de la desesperación.

Eres vapor, flor de humo, nenúfar de silencio.
Eres la única magia de un tambor que resuena
en el más allá del oído, donde la lágrima
deja de ser agua y el corazón extirpa
la nube de un bisturí equivocado.

Yo no sé de tu piel, ni de tu vientre,
ni de la latitud exacta de tus pechos,
ni del ombligo que roe la rosa de los vientos
cuando te miro allá lejos, fría pócima
estallada en el marfil de la distancia.

Sé de tu olor y de tu pelo
y de tus ojos poema que cuecen
murciélagos sin dueño en mis huesos.
Sé de la humedad con brizna de pétalos
que sostiene tus labios,
el aire ciego de un éter de mariposa
que me sabe a eternidad.

Abril 2006©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.

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SE BEBE EL OCÉANO A LOS MUERTOS

Se bebe el océano a los muertos,
uno a uno, como negros caramelos de miseria;
vacía en su estómago la cal de los huesos
que aún no ha sido capaz de robar el hambre,
y a nadie le resulta extraña
su larga digestión desmemoriada,
su empacho de tiburón canibal,
el fúnebre obrar de su intestino
cuando devuelve a la playa
el residuo más mudo del silencio.

¿Quién cerró con llave el horizonte?
¿Quién tejió la horca de las olas?
¿Quién empujó a la mar el kayuco o la patera?

Se bebe el océano a los muertos,
los tritura con saña en su corazón de sal,
los mastica con dientes de gigante
y los reboza en bilis inhumana.

Y nadie dice nada.
Y nadie sabe nada.
Y nadie siente nada.
Y lo que es peor:
Nadie hace nada.

Se bebe el océano a los muertos
y aquí seguimos todos, empeñados
en coser fronteras de alambre,
cavar tumbas sin lápida
y negar el paso a la madrugada.

Marzo 2006©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
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DIOSA DEL MACCHU PICCHU

Alas sobre el cielo,
sobre la niebla, sonrisa
vertical de las alturas
dominando el aire,
el éter, diosa
que camina sin zapatos
por las nubes
y dilata el corazón.

Mi voz se vuelve llanto,
cuando te pienso,
mi abrazo, viento
que se adhiere al sol
cuando te abraza,
mi boca lluvia de azul
cuando te besa
desde más allá del firmamento.

Tu cuerpo enhebrado a la roca
como un mágico vestigio
que destila el universo,
cometa sin hilo que atrapa
la corriente de mi sangre,
enredadera astral
por la que trepan
todas las esencias
y se hunden los abismos
.

Diciembre 2005©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.

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martes, febrero 27, 2007


A MANERA DE PRÓLOGO AL PRÍNCIPE ESQUIVO DE RONALD CASTILLO FLORIÁN



* Leoncio Luque Ccota



En lo alto del día eres aquel que vuelve
a borrar de la arena la oquedad de su paso
el héroe miserable que escapó del combate
apoyado en su escudo mira arder la derrota.

José Emilio Pacheco



I



La poesía es una cuestión de amor y principio, pero también de asombro e inteligencia; ejercicio y práctica de la memoria; principio o génesis que da nacimiento a la luz que es vida, y ésta ilumina con sus imágenes, un cuadro verbal y trascendente, complejo y deslumbrante. El mundo es un universo de imágenes que nos sugiere temas a tratar que el poeta no escoge, sino, sólo escribe como un dictado. Pero además, la poesía es un espacio donde se “prueban las cosas del mundo.”1 y se vive experiencias sensibles y preocupaciones que sólo se despliega en el mundo interior del ser humano.

En pleno siglo XXI seguimos hablando de la soledad como integración, de la muerte como un acto imaginario y de emergencia, y del amor, como existencia amenazada, que nos comunica e incomunica y borra distancia y edades; pero nunca se extingue, sino vuelve a ser un tema recurrente, la más grande en la poesía peruana y universal. Y si parafraseamos a San Agustín; amar será primero y después de amar todo. Pero hoy observamos que el mundo globalizado excluye, al amor como sentimiento de primera necesidad, para presentarnos imágenes borrosas y confusas, llena de muerte y violencia que carga nuestra memoria de insolidaridad, donde la solidaridad huye de emergencia y entonces, sólo nos toca hablar del amor solitario, para salvar al AMOR a través del AMOR que recrea y nos cubre de indiferencia y nos azota. De esto y otros motivos habla este libro, como un manifiesto existencial de drama y amor, que concluye como una visión exploratoria a través del monóculo que todo poeta utiliza para redimirse o mitigarse.




II



El Príncipe esquivo de Ronald Castillo Florián, es un poemario digno de ser escenificada en una obra de teatro, ya que los personajes construyen un mundo de ilusiones, frustraciones y esperanzas, que se cruzan como fantasma en el sueño de los lectores y caminan por caminos separados, pero el amor a la distancia los UNEN mediante símbolos prefigurados que se abren paso a paso, bajo el cielo de sus sueños, y que proyecta, además una luz que limpia el camino de la medianoche y sus desgracias, por un espacio de espera y detención del mundo.

Es un poemario que se teje en el tiempo y nos enseña a esperar, pero a detener el tiempo a través de los ojos del amor que bajo la dicotomía de algunas palabras, se pierde a veces sin palabras sin sentido, pero al final, se celebra un encuentro de DOS en UNO para desaparecer “...en la frontera que aquí no dan libertad”. La poesía de Ronald Castillo, es un libro que intenta romper el drama existencial de dos seres separados por el destino y que a través de ese destino estigma, se esperan los amantes como letanía en el tiempo, llena de esperanzas y desesperanzas que nos hace soñar que detrás de estas imágenes hay una historia viva que nos interpela y nos dice que al final de un túnel oscuro, que parece nunca acabar, existe una antorcha del amor que siempre nos guía al encuentro.




III



Ronald Castillo Florián (Cañete,1979) poeta insular y místico, se presenta en la poesía peruana última, premunido de ese dominio de la memoria, imaginación e inteligencia, donde se vuelve un arquitecto de imagen totalizador, ya que construye un libro ensoñador, diseñado en cuatro visionales partes, para ser escenificado en nuestra imaginación, producto de los retratos o sueños irreales que va tomando cuerpo, a partir de la doncella abandonada “pura y encantadora”, que se confiesa y enlaza a leer y confirma, que detrás de esas palabras hay un abandono y eterna espera. En la segunda parte del libro el príncipe se confiesa haber “recorrido caminos/en busca de un sendero” y llamadas, hasta el encuentro que se produce en la tercera parte del acto donde los personajes, se confunden “...en un cálido y enfermizo beso...”, “Unido al tiempo” “como amor de esclavos” “Pero siempre/lejos/lejos/Lejos”. Y finalmente, en la última parte del libro hay un verso que nos pregunta sin hacerlo, qué hay detrás de esas “fronteras que aquí no dan libertad” en un “pacto sublime”. ¿Acaso el encuentro final es en el limbo o el cielo, que es lo mismo, como un lugar de descanso y paz?

El príncipe esquivo, de Ronald Castillo Florián, se liga a la emoción, al amor y a la ternura. Cada lector hará su propia lectura, solo me queda decir que he leído con emoción, entrega y alborozada pasión y goce, lo que ha sido escrito con pasión y agonía, y palabras explosivas.
A partir de la lectura de este poemario “El amor ha cambiado de rostro” Emilio Adolfo Westphalen.





ESTADO INMÓVIL/DISLOCACIONES




Leticia Cortés (Guadalajara, Jalisco-México, 1980). Su obra poética se encuentra recopilada en revistas literarias de varias ciudades de México, como Guadalajara, el distrito Federal, Tepic, Monterrey, Lagos, de Moreno, Aguas calientes,, Baja California sur, Morelia y Durango, así como en revistas de Lima Perú, y Valencia España. Está antalogada en vocablo, poesía viva de Jalisco, 101 poetas con pintores, Memoria de polvo nuevo de la palabra antigua, en México, y en Voces varias a veces líquidas, en Perú. Ha sido traducida al catalán, por el poeta Joan Navarro, para Serièalfa, revista en valencia España.


ESTADO INMÓVIL

ESTAMOS INQUIETÁNDONOS
porque nos duelen las rodillas
porque me sobra el asco
porque vomito cuando me nombro.
y cuando no
soy mujer membrana.
Las aves amortiguan
la caída de su carcasa
el ventanal agrio de sus ojos
el pico flácido y automático
y mi lengua fálica
mis dientes sucios y amargos.
El canto veloz de un gusano asmático me engordece.
Estoy revuelta
petrificándome con el frío estoy
inclinándome
incinerando cantos.
Disecando palabras escindidas.
Estamos inquietándonos
porque embalsamamos la tierra en nuestra áspera saliva.
Porque me agitan del agua los venenos estancados.
porque la distancia nos vuelve impacientes.
Porque soy torpe cuando pienso
y cuando no,
soy jueves.
Mi fango vientre, mi fango mano.
Mi trago de autobús lejano.
El huevo con un feto dentro.
El huevo con una filia de succionar.
Nos estamos temblando por dentro.
Nos estamos luces y agotadas,
porque el olvido se nos aparece en forma de sexo,
porque las tumbas aparecen de pronto.
Y lloro,
pero no te duelo.
Y me miras con rabia,
con recelo,
con el rabo del ojo y de perfil.
Pero estamos inquietos,
preocupados
por nuestro estado inmóvil.




DISLOCACIONES

A Hugo Plascencia

¿A QUÉ TE SABEN NUESTROS CUERPOS CUANDO NOS TOCAMOS?
Cuando mi espalda está
A mitad de tus gritos y tus manos.
¿A qué?
Te sabe
El desnudo gemido hablándote tartamuda
Pidiendo que me tomes de pronto.
Mis omóplatos de gaviota en tu escalera,
El oleaje seco de tu pelvis y mis huecos.
Todas las palabras agazapadas en mis iliacos.
¿A qué te sabe, amor, la soledad pidiéndote a besos?
Mi carne desalojada en tu carne.
Mi abandonado polo cubierto de ti.
La noche urgida que viene a llamarnos.
Mi ingle corriendo a tu boca.
¿A qué?
La tibia enredándose en tu cadera,
La cúpula
Ejercitando sus vocales en nosotros.
¿A qué te sé cuando lluevo sobre ti?


sábado, enero 13, 2007


El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha.


El Quijote es la obra maestra de Cervantes y una de las más admirables creaciones del espíritu humano. Es una caricatura perfecta de la literatura caballeresca, y sus dos personajes principales, Don Quijote y Sancho Panza, encarnan los dos tipos del alma española, el idealista y soñador, que olvida las necesidades de la vida material para correr en pos de inaccesibles quimeras, y el positivista y práctico, aunque bastante fatalista. Esta apreciada joya de la literatura castellana ha sabido conquistar al mundo entero, y es quizá, con la Biblia, la obra que se ha traducido a más idiomas, pasando a ser sus personajes, verdaderos arquetipos de categoría universal.

El Quijote representa la más alta cima de la creación literaria cervantina y se sitúa a años luz de su poesía, de su teatro e incluso de las demás novelas largas, La Galatea y el Persiles incluidas. Aunque él gustara de ofrecérnoslo como "la historia de un hijo seco y avellanado", acaso concebida en la "cárcel", está considerado, a ciencia cierta, como la primera novela universal de todos los tiempos.

Teoría de la novela.

Esa magnífica concepción de lo literario o de lo narrativo no depende en absoluto de los preceptos retóricos, como ocurría en el teatro, ni tampoco de las modas novelescas del momento, como puede constatarse en La Galatea, pues la "novela" no estaba codificada en las poéticas del momento y no hay nada anterior parangonable con la historia del viejo hidalgo: "lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno" (I, "Prólogo"). Muy al contrario, el diseño emerge de la vida misma: los planteamientos son fruto, básicamente, de las cavilaciones del viejo comisario de abastos, experimentado, desilusionado, cansado, fracasado..., con las fuerzas justas para apostar por un mundo de ensueño, pero bien consciente de que "los sueños, sueños son". Por eso, la teoría cervantina de la novela -no hay mejor aachementación para el Quijote- se halla diseminada a lo largo y ancho de sus obras y no pasa de una serie asistemática de apreciaciones sueltas.

Resumiendo mucho, Cervantes concibe la novela como historia poética: no hace falta atenerse estrictamente a la verdad de los hechos ("las historias fingidas tanto tienen de buenas y de deleitables cuanto se llegan a la verdad o la semejanza della, y las verdaderas tanto son mejores cuanto son más verdaderas", [Quijote, II, 57]), pero no puede rebasarse nunca la verosimilitud; basta con referir "lo que pudo ser", por disparatado que parezca ("Que entonces la mentira satisface / cuando verdad parece y está escrita / con gracia, que al discreto y simple aplace", [Viaje del Parnaso, IV]). Y ha de ser parcialmente disparatado, pues la admiración es el segundo requisito indispensable, respetando siempre el sacrosanto precepto horaciano del prodesse et delectare:

"Hanse de casar las fábulas mentirosas con el entendimiento de los que las leyeren, escribiéndose de suerte que, facilitando los imposibles, allanando las grandezas, suspendiendo los ánimos, admiren, suspendan, alborocen y entretengan, de modo que anden a un mismo paso la admiración y la alegría juntas; y todas estas cosas no podrá hacer el que huyere de la verisimilitud y de la imitación, en quien consiste la perfeción de lo que se escribe" (Quijote, I, 47).

Además, habrá que salvaguardar la organicidad del conjunto, bien que sometida al principio barroco de la unidad en la variedad: "No he visto ningún libro de caballerías que haga un cuerpo de fábula entero con todos sus miembros, de manera que el medio corresponda al principio, y el fin al principio y al medio; sino que los componen con tantos miembros, que más parece que llevan intención a formar una quimera o un monstruo que a hacer una figura proporcionada" (Q1, 47). En fin, el decoro lingüístico coronará ese compromiso entre vida y literatura, aportando una polifonía nunca alcanzada hasta principios del XVII.

En todo caso, pues, el punto de partida es épico, incluso caballeresco, dado que ningún otro género habría soportado la amplitud de miras perseguida ("porque la escritura desatada destos libros da lugar a que el autor pueda mostrarse épico, lírico, trágico, cómico, con todas aquellas partes que encierran en sí las dulcísimas y agradables ciencias de la poesía y de la oratoria; que la épica también puede escrebirse en prosa como en verso", Quijote, I, 47), pero la concepción es radicalmente distinta, incluso paródica: "según a mí me parece, este género de escritura y composición cae debajo de aquel de las fábulas que llaman milesias, que son cuentos disparatados" (Quijote, I, 47). Ahora se trataba de inventar una épica nueva, aachementada en la realidad más cotidiana y adobada con la imaginación de un "viejo loco", que estaba llamada a convertirse, sencillamente, en el patrón de la "novela moderna".

Génesis y continuaciones.

Considerado en su conjunto, el Quijote ofrece una anécdota bastante sencilla, unitaria y bien trabada: un hidalgo manchego, enloquecido por las lecturas caballerescas, da en creerse caballero andante y sale tres veces de su aldea en búsqueda de aventuras, siempre auténticos disparates, hasta que regresa a su casa, enferma y recobra el juicio. Sin embargo, el conjunto de la trama no está diseñado de un tirón, sino que responde a un largo proceso creativo, de unos veinte años, un tanto sinuoso y accidentado: cabe la posibilidad de que Cervantes ni siquiera imaginara en los inicios cuál sería el resultado final; incluso, bien pudiera ser que pensase primero en escribir una "novela corta", al modo de las Ejemplares, la cual iría creciendo al compás de su elaboración literaria: "Ahora digo -dijo don Quijote- que no ha sido sabio el autor de mi historia, sino algún ignorante hablador, que, a tiento y sin algún discurso, se puso a escribirla, salga lo que saliere, como hacía Orbaneja" (QII, 3).

Si fue así, el "plan primitivo" no pasaría de una novelita breve, ampliada durante el curso de la creación hasta desembocar en la novela larga de 1605, luego continuada en la segunda parte de 1615. Pueden distinguirse, por tanto, tres momentos creativos claramente delimitables:

I) Novela ejemplar. Basada en el Entremés de los romances (un infeliz labrador, Bartolo, enloquecido de tanto leer romances, se hace soldado y, acompañado de su escudero Bandurrio, sale en busca de aventuras. Intenta defender primero a una pastora, a quien acosa un zagal, pero éste le quita la lanza y lo apalea: Bartolo se acuerda del romance del Marqués de Mantua. Cuando su familia intenta socorrerlo, éste se identifica con el Marqués de Mantua), comprendería los siete primeros capítulos de la primera parte. Eso explicaría la caprichosa división en capítulos, cuyos títulos (sobre todo, 3-4 y 5-6) entrecortan lo que parece una redacción de corrido.

II) El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Tras ese arranque, la incorporación de Sancho, el manuscrito árabe y la invención de Cide Hamete se aprovechan para ampliar las locuras quijotescas hasta llenar los cincuenta y dos capítulos, repartidos en dos salidas (10: 1-7; 20: 8-52) y en cuatro partes: 10 (1-8), 20 (9-14), 30 (15-27) y 40 (28-52). La ampliación responde a dos directrices básicas: a) nuevas aventuras organizadas en sarta (8-22: molinos de viento, viacaíno, rebaños, batanes, yelmo de Mambrino, galeotes, etc.); y b) ampliación concéntrica en torno a la venta (23-47: Cardenio y Luscinda, don Fernando y Dorotea, El curioso impertinente, El cautivo, etc.), perfectamente engarzadas por la estancia en Sierra Morena.

No obstante, la continuación fue reestructurada precipitadamente, dejando numerosos desajustes organizativos en toda la primera parte, como bien estudió Stagg: algunos epígrafes no se corresponden con la materia novelesca que contienen (10); la historia de Grisóstomo y Marcela, primero ubicada en el capítulo 25, pasa a interpolarse entre los capítulos 11 y 14, lo que ocasiona que los pasajes dedicados al robo y al hallazgo del rucio de Sancho desaparezcan, para ser luego añadidos -fuera de lugar- en la segunda edición.

III) Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Aunque el Quijote no estaba concebido como primera parte, su éxito explica esta continuación, ahora perfecta y pacientemente diseñada como tercera salida, sin perder nunca de vista el trazado del primer tomo: a) nuevas aventuras en sarta (8-29: encantamiento de Dulcinea, Cortes de la Muerte, caballero del Bosque, caballero del Verde Gabán, bodas de Camacho, Cueva de Montesinos, Maese Pedro, etc.); y b) estancia con los duques (30-55: dueña Dolorida, Altisidora, doña Rodríguez, etc.).

En este caso el desarrollo no tiene quiebras, pero la aparición del Quijote apócrifo (1614) de Avellaneda determina un cambio de rumbo, hacia Barcelona, con el que se cierra la novela (59-74: Roque Guinart, caballero de la Blanca Luna, con los duques, don Álvaro Tarfe, etc.).

A duras penas, en consecuencia, no sin descuidos y deslices, Cervantes va ampliando la idea primitiva para rematar con éxito su gran empresa novelesca. Traza un plan previo, que contiene ya en suma todo el universo quijotesco (Sancho, Dulcinea, Cura, Barbero, Rocinante, rucio, locura, entorno caballeresco, encantadores, romances, aldea en la Mancha, etc.), lo cual le permite convertirlo en novela larga con bastante propiedad y, diez años después, añadirle una segunda parte en cabal consonancia con el libro de 1605. Tan sólo las circunstancias creativas de su autor y las reacciones provocadas por la publicación de el primer tomo, direncian a ambos Quijotes.

Las dos partes.

Efectivamente, el Cervantes que redacta el Quijote de 1615 ha madurado vital y literariamente: es ya un hombre muy viejo, sin ganas de jugar "con la otra vida", ha triunfado en la literatura y ha visto su gran novela criticada y aun imitada. La Segunda parte del Quijote tiene que ser necesariamente diferente de la primera, máxime cuando aquella ni siquiera estaba concebida como tal; simplemente, dejaba entrever la posibilidad de una continuación ("pero el autor desta historia, puesto que con curiosidad y diligencia ha buscado los hechos que don Quijote hizo en su tercera salida, no ha podido hallar noticia de ellas, a lo menos por escrituras auténticas; sólo la fama ha guardado, en las memorias de la Mancha, que don Quijote, la tercera vez que salió de su casa, fue a Zaragoza, donde se halló en unas famosas justas que en aquella ciudad hicieron, y allí le pasaron cosas dignas de su valor y buen entendimiento", QI, 52).

De hecho, las diferencias entre ambas partes son numerosas: la primera está compuesta en varios impulsos, mientras que la segunda responde a un diseño unitario; aquélla ofrece varias novelas intercaladas, ésta las suprime de raíz ("Y así, en esta segunda parte no quiso ingerir novelas sueltas ni pegadizas, sino algunos episodios que lo pareciesen, nacidos de los mesmos sucesos que la verdad ofrece", II, 44); allí don Quijote sale al encuentro de las aventuras y suele idealizar caballerescamente la realidad, aquí son las aventuras las que le salen al paso y percibe las cosas tal y como se le ofrecen; etc.

Sin embargo, Cervantes se atiene a rajatabla a la concepción germinal de su proyecto, para terminar creando un universo cerrado y orgánico, gracias a la gran cantidad de motivos entrelazadores, de anticipaciones o retrospecciones y de simetrías que establece entre ambos volúmenes. Entre los primeros cabría destacar, con Hatzfeld, los siguientes: misión caballeresca, Dulcinea, locura, ínsula, encantamientos, etc. Entre las segundas: penitencia en Sierra Morena / cueva de Montesinos, don Quijote enjaulado / aventura de los leones, caballo de madera / Clavileño, opiniones del canónigo sobre la novela caballeresca / Capellán que se burla de tales libros, etc.

De resultas, el conjunto queda perfectamente homogeneizado y, asombrosamente, Alonso Quijano acaba muriendo al final de la segunda parte en el mismo "lugar de la Mancha" del que partió al comienzo de la primera, después de haber trazado un periplo vital tan disparatado como coherente.

Estructura externa.

Ello se logra porque incluso la disposición global de ambas partes, tan distintas en su génesis, tan diferentes en la distribución de componentes y tan disímiles en los materiales intercalados, parece responder a una estructuración externa fácilmente equiparable. La piedra de toque viene dada siempre por el proyecto de vida literaria de Alonso Quijano, el cual está vertebrado en una serie de aventuras del personaje que inventa, don Quijote, puesto ya a ejercer como caballero andante. Son aventuras circulares que entrañan otras tantas confrontaciones con la realidad, de las cuales el caballero suele salir malparado en la mayoría de los casos, si bien resuelve sus fracasos por vía de encantamiento. Responden a un diseño sistemático, al que subyace una estructura dramática: a) aproximación a la realidad desde un enfoque caballeresco, con mayor o menor grado de confusión; b) confrontación, más o menos violenta; c) desenlace, en diversos grados de fracaso y d) recurso a los encantadores para salvaguardar el ideal caballeresco. Este patrón se emplea en la práctica totalidad de las aventuras caballerescas protagonizadas por don Quijote, organizadas en sarta, si bien todas y cada una de sus constantes se someten a una cuidada variación que diversifica sin medida los episodios: don Quijote confunde la realidad a veces (molinos), pero otras se le da falseada (Clavileño) o, siendo verídica, parece irreal (Maese Pedro); la confrontación cambia muchísimo en sus términos: por la fuerza (vizcaíno), mental (cueva de Montesinos) o intelectual (cabeza encantada); el desenlace suele acabar en descalabro (rebaños), pero también cabe el éxito (disciplinantes) o la suspensión (batanes), etc.

Esa serie interminable de situaciones estáticas o circulares se presenta, aparentemente, organizada en sarta a lo largo de las dos partes, pero su acumulación va desgastando progresivamente al personaje para conducirlo hasta el desengaño final. Esto es, aunque parecen desarticuladas, responden a un proceso lineal que trenza toda la novela desde el principio hasta el final. Además, están claramente agrupadas en varias series como bien ha visto Antonio Rey que determinan la estructura externa del conjunto de la novela:

Primera parte:

A) Episodios en sarta por la Mancha (1-22):

I) Confrontaciones con la realidad confundida:

a) 1-7: novelita (armado caballero, Andrés, mercaderes).

b) 8-17: ampliación de la novelita (molinos, vizcaíno, yangüeses, Maritornes). [Grisóstomo y Marcela se ha adelantado de Sierra Morena, para romper la sarta].

II) Confrontaciones con una realidad difusa:

18-21: rebaños, cuerpo muerto, batanes, yelmo.

III) Entremés: cierra la serie anterior.

22: galeotes.

B) Episodios en espiral en torno a la venta (22-45):

No hay ruptura, sino multitud de historias entrecruzadas o intercaladas que represen tan toda una casuística amorosa real: Cardenio / Luscinda, Fernando / Dorotea, Micomicona, Curioso impertinente, El Cautivo, Clara / Luis.

Se cierra con otro entremés: juicio sobre el yelmo de Mambrino.

C) Retorno a la aldea (46-52).

Segunda parte:

A) Episodios en sarta, hacia Zaragoza (1-29).

I) Confrontaciones intelectuales sin confundir la realidad (1-29):

a) 1-7: introducción.

b) 8-22: continuación de la primera parte (Dulcinea encantada, cortes de la muerte, caballero del Bosque, caballero del Verde Gabán, bodas de Camacho, leones, cueva de Montesinos, rebuzno, maese Pedro, barco encantado).

B) Episodios en espiral en torno a los duques (30-59).

Tampoco hay ruptura, sino multitud de historias entrecruzadas, sin que los protagonistas desaparezcan (dueña Dolorida, Clavileño, gobierno de Sancho, Altisidora, doña Rodríguez, dueña Dolorida).

C) Quijote de Avellaneda (59).

D) Hacia Barcelona y conclusión:

60-74: Roque Guinart, cabeza encantada, caballero de la Blanca Luna, aventura cerdosa, con los duques, don Álvaro Tarfe, retorno a la aldea.

Por tanto, pese a las vacilaciones en la gestación inicial de la historia, a la precipitación y a la reorganización de la primera parte, y a los diez años transcurridos entre las dos partes, los dos Quijotes responden a un entramado compositivo más o menos equipolente.

Al margen y al hilo de esa serie central, el Quijote se ve enriquecido por toda una serie de novelitas cortas: unas veces intercaladas para ser contadas enteramente; otras, sólo esbozadas en embrión o aludidas como historias potenciales correspondientes a los seres que, más o menos fugazmente, se cruzan con los protagonistas de la acción principal. Cervantes justifica cumplidamente la presencia de todas ellas:

"El ir siempre atenido el entendimiento, la mano y la pluma a escribir de un solo sujeto y hablar por las bocas de pocas personas era un trabajo incomportable, cuyo fruto no redundaba en el de su autor, y que, por huir deste inconveniente, había usado en la primera parte del artificio de algunas novelas, como fueron la del Curioso impertinente y la del Capitán cautivo, que están como separadas de la historia, puesto que las demás que allí se cuentan son casos sucedidos al mismo don Quijote, que no podían dejar de escribirse. También pensó, como él dice, que muchos, llevados de la atención que piden las hazañas de don Quijote, no la darían a las novelas, y pasarían por ellas, o con priesa o con enfado, sin advertir la gala y artificio que en sí contienen, el cual se mostrara bien al descubierto cuando, por sí solas, sin arrimarse a las locuras de don Quijote ni a las sandeces de Sancho, salieran a luz. Y así, en esta segunda parte no quiso ingerir novelas sueltas ni pegadizas, sino algunos episodios que lo pareciesen, nacidos de los mesmos sucesos que la verdad ofrece; y aun éstos, limitadamente y con solas las palabras que bastan a declar[ar]los; y, pues se contiene y cierra en los estrechos límites de la narración, teniendo habilidad, suficiencia y entendimiento para tratar del universo todo, pide no se desprecie su trabajo, y se le den alabanzas, no por lo que escribe, sino por lo que ha dejado de escribir" (II-44).

De entre las segundas, ya que no las enuncia, cabe recordar: la Vida de Ginés de Pasamonte, llamada a aventajar a todas las picarescas; la historia de la "señora vizcaína, que iba a Sevilla, donde estaba su marido, que pasaba a las indias con un muy honroso cargo", con ribetes autobiográficos y comparable al Celoso Extremeño; los sucesos de Vivaldo, que invita a don Quijote a que le acompañe a Sevilla, por ser lugar "tan acomododado a hallar aventuras"; las desgracias del mancebo que va a la guerra impulsado por la necesidad; la Carta de Teresa a Sancho Panza, donde se esbozan tres novelitas (La Berrueca, Pedro Lobo, y el paso por el lugar, tan teatral, de "una compañía de soldados"); etc.

Incluso, podría sostenerse, con Riley y Avalle-Arce, que las interpolaciones de ambas partes están cabalmente equilibradas en seis episodios simétricos, de acuerdo con la siguiente tabla:

1.- Grisóstomo y Marcela / Bodas de Camacho (1).

2.- Cardenio y Dorotea / Rebuznadores.

3.- Curioso impertinente / Hija de Doña Rodríguez (2).

4.- El Cautivo / Hija de Diego en Barataria (5).

5.- Doña Clara y don Luis / Claudia Jerónima (3).

6.- Leandra / Ana Félix (4).

A fin de cuentas, la gran "comedia humana" que termina constituyendo el Quijote, bien que a partir de una anécdota bufa, queda coherentemente armonizada en las peripecias sin fin de un loco, cuya peculiar demencia se alza como "clave" aachemental para entender el diseño paródico de la novela.

Parodia, locura y realismo.

Más allá de vacilaciones genéticas y compositivas, lo que sí se ofrece como constante durante todo el proceso creativo del Quijote es el fin paródico. Si fiamos de las declaraciones de su autor, fue concebido como invectiva contra los libros de caballerías ("todo él es una invectiva contra los libros de caballerías", I, "Prólogo") y ese fue siempre su objetivo principal: "pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que, por las de mi verdadero don Quijote, van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna" (II, 24). Con ello, Cervantes se inscribía en la corriente culta de protestas contra la "mal aacheda máquina" de los disparates caballerescos, con la diferencia de que su magistral parodia sí terminaría erradicándolos del panorama literario, pese a la ingente difusión que los Amadises, Palmerines o Belianises habían alcanzado durante el XVI.

Para lograrlo, pergeña un diseño paródico genial, basado en la locura de su protagonista: ésta ha sido provocada por la lectura de los libros de caballerías, precisamente el objeto de la parodia. Ello le permite sumarse a las denuncias de moda e inscribirse en la abundante literatura del Renacimiento sobre la locura (Erasmo, Elogio de la locura; Huarte, Examen de ingenios; Arisosto, Orlando furioso, etc.). Así, en un principio, don Quijote está rematadamente loco: "se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio" (I, 1), si bien no se trata de una esquizofrenia general, sino más bien de una monomanía tocante al mundo caballeresco ("tenía buen entendimiento y buen discurso en todas las cosas que trataba, le hubiese perdido tan rematadamente, en tratándole de su negra y pizmienta caballería", I, 38), que deja espacio para la cordura: "no le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos" (I, 18).

Esto es, Cervantes se ha cuidado muy mucho, ilustrándose en los tratados médicos de la época, de matizar perfectamente la locura de don Quijote, a fin de utilizarla como le interesa: como el recurso novelesco crucial de todo el libro (la novela empieza cuando Alonso Quijano enloquece y acaba cuan do Alonso Quijano recobra el juicio). El pobre hidalgo, colérico donde los haya, tiene su "imaginativa" trastornada por la lectura de los libros de caballerías y comete dos errores garrafales: cree en la verdad de cuantos disparates caballerescos ha leído y piensa que en su época puede resucitarse la caballería andante: "aquel don Quijote de la Mancha, digo, que de nuevo y con mayores ventajas que en los pasados siglos ha resucitado en los presentes la ya olvidada andante caballería" (II, 23). Ello lo convierte, antes que en caballero, en todo un "anacronismo andante", cuyo atuendo y figura no deja de ser objeto de burla: "pusiéronle el balandrán, y en las espaldas, sin que lo viese, le cosieron un pargamino, donde le escribieron con letras grandes: Éste es don Quijote de la Mancha" (II, 62).

Pero Cervantes, muy por encima de las burlas, perfiló milimétricamente cada matiz de ese enloquecimiento, para explotarlo novelísticamente de forma magistral. No se trata de una situación estática, sino de un proceso complicadísimo, que no deja de entrañar un "proyecto consciente de vida": la empresa caballeresca se planifica detenidamente y se asume con decisión ("Yo sé quién soy -respondió don Quijote-; y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los Nueve de la Fama", I, 5); tramada casi racionalmente, la supuesta locura evoluciona de forma lógica (primera salida: se desfigura la realidad; segunda salida: la realidad se acomoda al mundo caballeresco; tercera salida: se asume un mundo encantado por los demás); en fin, la demencia no deja de ofrecer perfiles de simple juego socarrón (cuando razona a quién imitar en Sierra Morena o cuando se mofa de lo caballeresco en la Cueva de Montesinos), como su inventor desvela al final del libro: "Yo, señores, siento que me voy muriendo a toda priesa; déjense burlas aparte" (II, 74).

Más que de un caso de locura, parece tratarse de un procedimiento creativo tendente a ilustrar literariamente el problema de la realidad y de la ficción. De hecho, Cervantes plantea con exquisito cuidado cada uno de los acercamientos de don Quijote a la realidad de Alonso Quijano, de modo que sus continuos equívocos no dependen necesariamente de la demencia (sí en el caso de la primera venta o de los frailes benitos); al contrario, suelen caer frecuentemente dentro de la más prosaica verosimilitud: son las circunstancias (el viento, cuando los molinos; el sol y la lluvia, en el caso del yelmo; la falta de visibilidad y el estruendo, la vez de los rebaños; la oscuridad y el ruido, si pensamos en los batanes; etc.), el contexto caballeresco (retablo de maese Pedro, caballero del Bosque, estancia con los duques), las malas mañas de los demás (encantamiento de Dulcinea, Clavileño) o el sueño (cueva de Montesinos) los que traicionan la percepción quijotesca de su entorno, espoleando sus delirios heroicos.

Mucho más claramente: la realidad es tratada por el narrador de una forma ilusionista, prismática, como si estuviera contagiado de la misma locura del personaje, de modo que el pobre hidalgo, aquejado de su delirio caballeresco, es una permanente víctima, no más loco que nosotros mismos. Por eso, ante una realidad tan oscilante, no tiene por menos que engañarse, como lo hacemos nosotros mismos en ocasiones (batanes) y como lo hace sistemáticamente Sancho (Micomicona, Barataria). La locura, así, es una estrategia de acercamiento a la realidad: un modo originalísimo de realismo que sutura perfectamente lo más prosaico a lo más disparatado, otorgando a lo segundo carta de naturaleza novelesca, en un juego de espejos, entre paródico, cómico e irónico, irresoluble.

Las voces de la novela.

Por si no bastase, ese entramado enloquecedor y paródico de acercamientos a la realidad se ve definitivamente complicado y enriquecido por el inagotable juego de voces que Cervantes despliega a lo largo de su historia, a partir siempre de su absoluto dominio de la tercera persona narrativa. Desde su plataforma, se urde un laberinto de perspectivas que introduce un punto de vista multitudinario:

1.- Miguel de Cervantes (preliminares): autor / coautor.

2.- Miguel de Cervantes: narrador.

3.- Narrador: recopilador de tradiciones (I,1).

4.- Sabio encantador: cronista del caballero (I, 2).

5.- Narrador: segundo autor (I, 7).

6.- Cide Hamete (I, 9).

7.- Tradiciones orales (I, 52) y rumores en general.

8.- Pergamino de los académicos de la Argamasilla (I, 52).

9.- Personajes:

9.1.- Hablan como narradores.

9.2.- Inventan la novela: Montesinos, Clavileño.

9.3.- Leen literatura creada por otros (=Cervantes): Curioso.

9.4.- Corrigen y completan la primera parte: robo del rucio (Sancho).

10.- Avellaneda: continuador apócrifo.

11.- La pluma de Cide Hamete.

12.- Etc., etc.

Tenemos por lo tanto un escritor (Cervantes) que inventa a un personaje (Alonso Quijano), que inventa a otro personaje (don Quijote) y a otro autor (Cide Hamete), cuya obra servirá como fuente a una traducción: la novela del escritor (Cervantes). Más genial todavía: un personaje (don Quijote) imagina como será la versión literaria de su vida caballeresca, mientras la estamos leyendo, como traducción de una historia arcaica.

La libertad como eje semántico y morfológico.

Pero si el Quijote contuviese sólo la historia de un viejo hidalgo enloquecido por las lecturas caballerescas, no habría llegado a ser la inmortal novela que es, por genialmente diseñada y contada que esté. Mucho más allá de los procedimientos y de los juegos de ingenio descritos, su razón de ser primera estriba en la gran apuesta que su creador hace por la libertad, entendida en el sentido más complejo y amplio.

Cervantes había pasado cinco largos años de cautiverio en Argel, lo que agudizó, sin duda, su sentido de la libertad de forma radical, hasta convertirla a sus ojos en el bien más preciado: "la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres" (II, 58). En ello coincide con el pensamiento de los humanistas, y no cabe descartar que recurra a la locura de su héroe para garantizarle la forma más absoluta de libertad. En todo caso, nuestro novelista otorga una libertad básica al ser humano, tanto a nivel individual (don Quijote, Marcela, Roque Guinart, etc.), como colectivo, más allá de instituciones y gobiernos ("Ésta es cadena de galeotes, gente forzada del rey, que va a las galeras. -)Cómo gente forzada? -preguntó don Quijote-. )Es posible que el rey haga fuerza a ninguna gente?", I, 22), poniendo así en tela de juicio el absolutismo imperante en su tiempo.

Pero, menos común y mucho más interesante, la libertad alcanza en la cosmovisión literaria cervantina categoría estético-literaria. Al menos en el caso del Quijote, trasciende morfológicamente para informar todos y cada uno de sus planos compositivos:

1.-La novela carece de coordenadas narrativas estables; al contrario, todas parecen conce bidas de forma caprichosa y cambiante:

a) Punto de vista: rumores, Cide Hamete, traductor...

b) Espacio: sin determinar, sin itinerario (Rocinante)...

c) Tiempo: circular, intuitivo, arcaico y contemporáneo...

2.-El escritor es totalmente libre, pues carece de condicionamientos previos impuestos desde dentro de su propia creación; el pluriperspectivismo es su único dogma y precepto. Así, llega a desentenderse de su propio relato para conta su historia.

3.-Los personajes nacen y viven en absoluta libertad:

a) No tienen nombres fijos (Quijana, Quejana, Quijada, Quijote).

b) Pueden decidir lo que quieren ser (Quijote).

c) Inventan a los demás (Dulcinea).

d) No tienen pasado, ni ataduras que los condicionen o predeterminen.

e) Son incluso dueños de su propia realidad, pues pueden crearla al definirla: "y así, eso que a ti te parece bacía de barbero, me parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra cosa" (I, 25).

4.-La propia literatura goza de tanta libertad, o carece de tan pocas ataduras genéricas, que llega a identificarse y confundirse con la vida misma: los personajes conviven con seres reales, que incluso han leído la novela de sus aventuras.

5.- El lector se ve manipulado permanentemente por el autor: los lectores de dentro de la novela se salen de ella para enjuiciarla y el lector real ha de meterse dentro de ella para tomar partido: "Tú, lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere" (II, 24).

Y, por supuesto, si la libertad informa al completo el universo quijotesco, no podía dejar de afectar a la lengua; acaso el primero y mayor de sus logros, como han puesto de relieve Hatzfeld, Rosemblat o Lázaro Carreter.

Variedad lingüística.

Hay acuerdo en que Cervantes cifra su ideal lingüístico en el "escribo como hablo" valdesiano, en la línea de La Celestina, el Lazarillo o Santa Teresa. Incluso, parece apostar por un canon estilístico vernáculo (toledano), ajeno a la retórica latinizante: "razón sería se estendiese esta costumbre por todas las naciones, y que no se desestimase el poeta alemán porque escribe en su lengua, ni el castellano, ni aun el vizcaíno, que escribe en la suya" (II, 16); y luego: "la discreción es la gramática del buen lenguaje, que se acompaña con el uso. Yo, señores, por mis pecados, he estudiado Cánones en Salamanca, y pícome algún tanto de decir mi razón con palabras claras, llanas y significantes" (II, 19).

Sin duda es así, pero el mérito no radica en la llaneza, sino -como explica Lázaro- en la superación del discurso "monológico", propio de la novela idealista anterior, que ahora se ve abierto, por primera vez, a un lenguaje "dialógico" (Bajtin) o "heterológico" (Todorov), dando así lugar a la primera novela "polifónica" del mundo. Todos los géneros y todas las modalidades del discurso hallan su acomodo en el curso de la parodia caballeresca, cada uno con su registro propio:

1.- Caballeresco.

2.- Pastoril (Eugenio el cabrero, Marcela, Arcadia, Quijotiz).

3.- Romancero (Valdovinos, Orlando, Gaiferos, Angélica, etc.).

4.- Cuento popular (Torralba, Rebuzno).

5.- Farándula (Angulo el malo).

6.- Fábula (cigüeñas, perros, grullas).

7.- Diálogo renacentista (Caballero Verde Gabán).

8.- Crónica de próceres (con los duques).

9.- Novela corta (Cautivo, Celoso impertinente).

10.- Teoría literaria (novela, comedia, glosas, erudición, traducción).

11.-Etc.

A más pequeña escala, afloran también los hábitos propios de otras variantes del discurso: afectación de los amaneceres mitológicos (primera salida); oratoria de Fr. Antonio de Guevara (consejos a Sancho); prosa elegiaca sentimental (lamentaciones de Sancho, I, 52); preguntas y respuestas de catecismo (monólogo de Sancho cuando va a ver a Dulcinea; II, 10); cuentos populares (pastora Torralba); prólogo del Lazarillo (II, 8); descriptio puellae (Dulcinea, II, 32); oratoria (Armas y Letras o Edad de Oro); etc.

Por otro lado, destaca el decoro o verismo con que el autor hace hablar a sus personajes, dependiendo de su condición social, profesión, interlocutor, estado de ánimo, intención o demás circusntancias. Incluso hay personajes con idiolectos específicos; v. gr. Sancho: "Llegando a escribir el traductor desta historia este quinto capítulo, dice que le tiene por apócrifo, porque en él habla Sancho Panza con otro estilo del que se podía prometer de su corto ingenio, y dice cosas tan sutiles, que no tiene por posible que él las supiese" (II-v).

Poco extrañará, entonces, que la novela toda, acaso el mayor homenaje que nunca se haya hecho al ser humano, a su derecho a soñar y a su libertad para hablar, pueda resumirse en un sólo término: "baciyelmo".