martes, octubre 23, 2007

LA POESÍA TI-MAKA, ACAPARA CON UNA SOMBRILLA DEL SILENCIOSO PLUMAJE ANDINO.


...La poesía es como el viento,

o como el fuego, o como el mar.

Hace vibrar árboles, ropas,

abrasa espigas, hojas secas,

acuna en su oleaje

los objetos que duermen en la playa..."


José Hierro (España, 1922-2002)


Por: Fernando Chuquipiunta Machaca (*)


No hace mucho me tocó hacer un artículo de poetas Huancaneños –para la Revista Presencia Cultural - y en esa oportunidad reuní más de 5 autores de distintas generaciones y tendencias. Pues bien, en esta ocasión –por obvias razones de espacio- decidí recurrir a la prueba del ensayo literario y bibliográfico. Pues a partir de 1960 hasta nuestra actualidad suenan nuevas voces de gran valía e importancia poética. Algunos que son poetas de gran eficacia; y asimismo, adquieren un mayor ámbito poético. Otros que, concluyen con los llamados: “Poetas de fin de siglo”.
Empiezo con Andrés Espinoza Cordero (Huancané-1933), es un notable abogado y magistrado probo, precisamente, en 1957 preparó un trabajo de investigación sobre el Sirvinakuy, interacción humana amorosa y de convivencia en los Andes Peruanos, y que hoy tiene una fuerza y vigencia ex – ordinaria como forma fundamental para la formación de la familia y posterior nacimiento de los hijos, en el mundo aimara. Sirvinakuy, es el único libro que tengo entre mano, por lo tanto, esta obra fue presentada primero como tesis para obtener un grado de bachiller para el autor, y segundo, el escritor Andrés Espinoza, es conocedor y observador de nuestra realidad y costumbres de los habitantes del mundo, de la población del altiplano y del mundo cósmico aimara- quechua; ya que preparó y presentó una bien documentada y fundamentada obra, tuvo una critica aceptable por los criticastros. Sirvinakuy, costa de 5 capítulos: en el I se ocupa de la familia, en el II del concubinato, en el III interpreta la evolución sociológica de la familia pre-colombiana en el Perú, en el IV el Sirvinakuy, en el V en su aspecto jurídico con un anexo sobre investigación en uniones matrimoniales en la aldeana provincia de los Mata curas. No obstante, cuando se hallaba en la plenitud de su talento y ejemplar ejercicio de la docencia universitaria, falleció en el Cusco en 1995.
En especial, señalo la labor literaria de José Luis Ayala Olazábal (Huancané-1942), quien ya obtendría en1967 el primer premio Sankayo de oro de los juegos florales de poesía Sur Peruana -al parecer- su nombre estuvo vivamente vinculado a la tarea poética. José Luis Ayala ha llegado a publicar hasta la fecha más de una veintena de textos literarios, además, uno de los mejores textos son: Carlos Oquendo de Amat (Biografía y crítica literaria), Wancho Lima (Croni-novela), El lago de los Brujos y Cábala para inmigrantes (Anti-novela)-Sólo para lectores zahoríes-. A ratos digo: La poesía de Ayala contempla una vez más a las profundidades de su cultura, para revelar la sensibilidad del pueblo aimara que lucha por su super-vivencia en un mundo de sesgada globalización, pero, como ya se ha dicho muchas veces, Ayala, nos muestra una parte del universo andino a la vez lleno de magia y dolor, de rara belleza y penosa tragedia social.
Otro representante de este movimiento poético es Julio Abelardo Luza Gironzini (Huancané-1945), con delicado temperamento y con bien trabajada estructura poética, cultiva, esa vieja anatema literaria, pero engarza bellas metáforas, casi superrealistas. Pues, se le considera, por otra parte, cercano a los poetas Dylan Thomas y André Bretón; pero, en el caso de Luza se le nota-esencialmente- vanguardista y retomando el delicado tinte melancólico de Oquendo y Vallejo. Luza Gironzini ha publicado: Las manos vacías, Tambores pluviales, Elogio a la danza; entre otros poemarios, habría que añadir del poeta Luza su dicotomía especial y sus palabras que quieren encerrar belleza y misterio ornamental, que sobre dicha temática preparó un trabajo orientado a la condición humana.
Sin duda alguna Juan Celso Carpio Carpio (Huancané-1946), es uno de los poetas de mayor respeto de nuestro tiempo. Casi no se volvió a saber de él –literariamente hablando- durante más de un santiamén, y su poesía era un documental anónimo, hasta ruda y pasquín, en efecto, las minúsculas cifras de amor, pudo acalorar su yo poético, pudo incentivar su tesón de titán, y algo por estilo, pero, teniendo ese hábil manejo de las palabras, hace que vislumbre su aroma de hidalgo; mas aún ahora entrega un fresco poemario inédito que se llama: Las pastillas de mi dolencia juvenil, este texto está entre mis manos y se puede encontrar un lenguaje, denso y decantado, además de eso los versos transfigura , como un velero decepcionante, en ese sentido, existe una reflexión espiritual y funde la otra cara de la moneda de la identidad que despierta el propio cuerpo.
Merece citarse especialmente a Gloria Mendoza Borda (Huancané-1948), es una de las poetas que ha logrado un caminar paradisíaco, similar seria sus vértebras preciadas, y su poesía está comprometida de un profundo lirismo, mezclado de dolor y esperanza, aunque siempre en el tono menor, que envuelve a veces la simple negación de la vida, y por sobre sus palabras prosaicas halla el mestizaje como el viento de las antaras. Gloria Mendoza ha publicado los libros de poesía: Wilayar, Los grillos tomaron tu cimbre, Lugar que tus ojos ignoran, La danza de las balsas, El legendario lobo, Dulce naranja dulce luna. Todos estos poemarios están dentro de la misma veta literaria, llena de metafísica, y, a veces, y el sentimiento de Gloria se adormece en un vaho deleitoso, en un sentido dinámico los versos de Gloria es totalmente lírica, nostalgia e introspectiva.
Es un artesano de la pluma exótica e histórica don Leoncio Mamani Coaquira (Huancané-1955). Viendo la experiencia de docente, su cultura y talento, ha adicionado a su labor de investigador social en diversos medios culturales, lo han convertido en un calificado conocedor de la realidad del altiplano peruano y su problemática, por lo que seguramente El pueblo aimara y los conflictos con el poder, es un titulo sumamente convulsivo; es un libro eminentemente logrado sin precedentes en un universo en el que es peligroso ser inteligente y más aún, si es que se tiene la razón histórica ; en cierto modo, tiene una visión científica de hechos dolorosos, trágicos e imposibles de borrar de la memoria social colectiva andina. Es a la vez un alegato contra el pasado y una propuesta para el futuro. El libro abre nuevos caminos por lo que necesariamente transitaran el avasallador sistema inca, como contra el dominio hispano, frente al poder usurpador del gamonalismo andino y/o en la guerra del pacifico.
El escritor Omar Vilca Chambi (Huancané-1963), vuelva a los momentos más difíciles de la violencia andina que nos conlleva a aplicar nuestra existencia actual. Fundamentalmente, Monografía de Rosaspata (México-Chico), se encuentra dentro de un proyecto que nos permita dilucidar nuestros grandes problemas, de carácter monográfico, y de liberalismo a ultranza. Pero la finalidad, no es formular recetas, ni difundir verdades absolutas. Se trata, al contrario de abrir un camino por donde sea posible transitar sin las regencias ni los sometimientos actuales; de asumir una cardinalidad distinta ya que es necesario aportar nuevas soluciones, pero también modificar el planteamiento de los problemas. Al tratar de reconstruir la historia del pueblo aimara, se nos presenta el problema del origen del hombre americano, puesto que los aimaras se originan en el altiplano, y su entorno es el rededor del lago titicaca.
Seguramente la estandarización no es ajena a
Leoncio Luque Ccota (Huancané-1964), es un notable poeta que ha dejado raíces innatas a este círculo literario, y del mismo modo sabemos muy pocas personas de su existencia vital, y de lo que no hay duda es de que su voluptuosidad elegante abarca en una senda totalmente refinada y exquisita, cuya expresión armónica está manada al fatalismo ordinario, por lo tanto éste escritor al inicio de 1990, allá en Lima, fundó la agrupación NOBLE KATERBA y de ahí pudo publicar orgullosamente, algunos poemarios de suma importancia entre las cuales están: Por la Identidad de las Imágenes, (1996), En las grietas de tu espalda (2001) y Crónicas de Narciso, (2005), y para concluir esta travesía poética del vate Leoncio, hé aquí un fragmento de su poesía ingénita: “La poesía es el aire que entra por la boca, que recorre por las venas, que nos inflama, nos quema, nos destroza, nos calma y nos desaparece como aire negro”.
Los primeros poemas que dio a conocer Leoncio Sejje Mamani (Huancané-1965) en la revista que él dirige Pukara anunciaron melodías distintas frente al coloquialismo imperante. A lo sumo, dichos poemas de lenguaje materno y único, para el buen saber andino, proporcionó un temperamento innovador hacia nuevas estrategias creadoras por donde creo yo, que sus poemas cantan caros homenajes a la naturaleza, a los líderes vetustos de Wancho Lima y al campesinado de la cúpula misérrima, así lo testimonian sus dulces sabores a menta. Leoncio Sejje es un hábil artífice del poema en prosa y su poder evocativo, parece querer captar toda la Realidad mediante la escritura, tal como se ve en del cual su prosaísmo comprende todo el testimonio que pasó en la insubordinación de la Ciudad de las Nieves, por momentos descarnados y viscerales, pero de gran pericia técnica.
En medio de ellos, rompiendo ese coro tradicional, arcaico y añejo, surgió la poesía de Gabriel Apaza Mamani (Huancané-1968), así como la de su generación, dio una vuelta en redondo hacia una bucólica simbolista y parnasianismo y sin distingo, a una poesía donde se descubre nuevamente el verso como conductor orgánico de un mundo de ideas, que, forman proclamas poéticas. El poemario Aporía de Gabriel, no es ya, simplemente, un manojo de poesía primitivo, chabacano y anodino. Sin duda alguna, Gabriel Apaza sabe lo que ofrece: Una poesía plena de símbolos, sensitiva y cadenciosa no obstante de metáforas y símiles, en cuyo uso, tiene una raíz social y un cordel quimérico, a pesar de la limpidez de su lenguaje coloquial, manifiesta una exigencia muy severa consigo mismo.
Representando al mismo ecléctico de los poetas altiplánicos, Fidel Mendoza Paredes (Huancané-1972), es otro nombre de interés en la poesía huancaneña, se aprecia en él, un lenguaje vigoroso, expresivo y vibrante. Tiene en su quehacer literario la publicación de sus textos importantes entre ellos: Impresa taciturna, Herejías, Te esperaré en el cielo, podríamos decir, en este caso, el arte novelístico de Mendoza canaliza un intimismo apaciguado e imaginario al clasismo burgués y, es sin duda, un hálito casi fatal pero ese es un merito mayor, asimismo, su poesía posee una gama de ideales decorativos que está aflorando más allá de la inquietud surrealista; además una buena parte de su poesía es antologada, por singulares libros de la literatura puneña como por ejemplo, del Profesor Feliciano Padilla, Jorge Flores Áybar y Percy Zaga, que lograron estudiar su trabajo poético. Ni soy cívico ni sentimental, la poesía de Fidel Nina exhibe un registro hipocondríaco ó sea una desventura del presente que sacraliza sobre su propia condición humana.
Como soy el autor de este comentario badalí no diré una sola palabra de mi trabajo. En su lugar usaré las opiniones de algunos escritores que se ocuparon de mi obra. Grata sorpresa es siempre un poemario de factura joven pero denotación profunda en sus contenidos como es “ Brío del trovador" tercera insolencia literaria de
Fernando Chuquipiunta Machaca (Huancané-1987), Insolencia, si, por que todo poeta asemeja un aprendiz de mago que hace suya la palabra, pero aquella no alcanza jamás a proyectar o transmitir entero el sentimiento del poeta. (Osejo Aguilar, Elio; en la contratapa del Brío del trovador). La simetría entre hombre y naturaleza tiene una explicación contraída con la historia y con la esencia misma de la vida. Fernando Chuquipuinta así lo expresa en su poesía cuando evidencia en sus versos ese gran sentimiento hasta panteísta con esa tierra tradicional e irreverente como es Huancané. El paisaje se muestra arrobador, la cotidianidad anhelante, su historia dinámica, y su gente prepositiva y encandilada de ensueños. Son los poemas de Fernando en relación a su tierra fotografías donde se registra el pasado, el presente y el futuro del acontecer huancaneño, ello esta expresado en el libro “Brío del Trovador” que nos motiva estas palabras. (Espezúa Salmón, Boris; en el prólogo del Brío del trovador).
Sin en verdad se reconoce una fuerte carga sentimental manifestada en nuevas formas, con imprecisiones que surgen en la vida actual, pero con surcos que viene de viejas censuras. Al final, es oportuno señalar ciertas similitudes, como el no haber registrado en esta coletilla literaria, el periodo, el movimiento y el género literario de cada autor. La razón sería -como señala Augusto Tamayo Vargas- la escasa documentación andina no es favorable ni aconsejable para un estudio literario. Por lo tanto, así se explicaría esta notoria omisión-seguramente-quedan sin aparecer nombres que tal vez mañana tengan mayor resonancia, y que he tenido que dejar, por ahora, en una labor de deslinde.


(*) Poeta. Ha publicado los libros: La pipa sinfónica y La crestomatía del tío arcaico y sus textos literarios, además viene batallando un libro de cuentos llamado La trilogía quimérica de papá óseo.

martes, octubre 02, 2007




Las Florescencias del ser[1]
Sobre Yo es otro (Casa Barbieri editores, 2007) de Johnny Barbieri


Por: Denisse Vega Farfán

Se sostiene que el “yo” al resguardarse en otros “yo”, no hace más que fortalecerse, ensancharse, no dar cabida a la verdadera creación, puesto que se produce una fusión de egos, y una sobrecarga de experiencias; es decir, de registros humanos ya concebidos, lo cual, a su vez, provoca una contraposición del “yo” consigo mismo, generando tal y como lo sostiene Krishna Murti en “La libertad primera y última”, ansiedad, miedo, destrucción, desesperación, desdicha; no sólo individualmente, sino también con el resto. La anulación del “yo” deviene entonces en un éxodo, en un viento lo suficientemente vigoroso para echarse a volar fuera de sí, para lograr la libertad interior.

Esto nos indica que la montaña se hace cada vez más alta y rocosa, si nos empeñamos en ver sólo la dirección de nuestros ojos, en tocarnos y sentirnos como la única carne que goza o llora. Así, el “yo”, aparece como una entidad muy mezquina como para detenernos circulando alrededor de él mismo, alimentándonos de su propia hambre. Una entidad fragmentada, incompleta; que para constituirse en una verdadera unidad necesita de las piezas espirituales del otro, ya no para ensancharse (como lo señalé en un comienzo) sino para realizarse mediante entregas de amor. Es el amor lo que destruye al “yo”, otorgándole palco preferencial al “nosotros”. Y para lograr esto, no sólo se requiere de inteligencia, sino de gran sensibilidad y valentía.

La poesía a través de los otros podría ser un camino tentador, ya que la poesía en sí misma muchas veces es otra forma de volver a encerrarnos en nosotros. Barbieri parece haber escogido este camino. Así, lo primero salta en una primera lectura es el descarte de una prelación de sujetos, originándose una categoría horizontal: yo es otro, otro es yo. Y también se destierra una prelación de especies, así tenemos: yo es árbol, yo es cisne, yo es paloma, yo es ángel, etc.

Barbieri, nos entrega poemas que son recreaciones de otros poemas, pero con frescos y descarnados matices, sea desde la experiencia propia como Elegía interrumpida de Octavio Paz donde incluye a sus propios personajes fallecidos (abuelos, madre, padre, tíos, primos); o desde la fabulación, partiendo de la misericordia que generan poemas como Cantora Nocturna de Alejandra Pizarnik, Albergo del sole II de Eielson, o Plegaria Americana de Jim Morrison. Con el principal leitmotiv, parece entreverse, de alcanzar “todo el ascenso a lo más profundo del ser”
[2], como dicta su primer poema.

Estas recreaciones a su vez, nos otorgan una nueva lectura, un nuevo cáliz, una nueva interpretación, una nueva forma de vivir poemas clásicos como El ángel y la rosa de Carlos Oquendo de Amat, o Primera muerte de María de Jorge Eduardo Eielson. Tenemos así, a partir de este último, la concepción de Segunda muerte de María, donde la decadencia, la miseria, el amor, la fertilidad, la tentación por la eternidad, la familia imposible corporizados en una mujer lánguida y condenada a la muerte; se constituye en una ciénaga ancha y desaforada que da luz.

En He vuelto Angelina, recreación de Adiós Angelina de Joan Baez, se palpa la necesidad del retorno a la esencia, de la inutilidad de la soledad humana, de seguir el propio camino sin alguien con quien andarlo y compartir los horizontes. Hay pues, necesidad de contemplarse en el otro, contemplarse con el otro, purificarse a partir del otro, de asentar una nueva especie de seres humanos, preocupados más en entregarse que en prolongar sufrimientos.

El acto de escribir podría verse retratado en el poema Paloma, describiéndose como la construcción de la luz de la vida mediante las manos. Y al poeta como “una paloma pintada en el aire /volando a la libertad siempre soñada”
[3]; no obstante a ello, se percibe una insatisfacción hacia la no valoración de los verdaderos dones humanos, como lo es la escritura; esto sin tampoco ser óbice para reconocer la trascendencia de este oficio, para guardar la esperanza de ser abrazado algún día de modo uniforme por todos. Sean los siguientes versos del poema Los Espejos, recreado a partir del poema Unión de los espejos de André Breton: “la masa encefálica regada en el suelo /tendrá los cristales más caros /el marco más hermoso”.

El “poema”, que podría interpretarse también como una de las formas que adquiere el “otro”, se muestra como una prueba de supervivencia ante la lucha de ir contra ese “yo”. Sean los versos de Poema, recreación del Don del poema de Mallarmé: “la mano del mago hace el poema /el poema que se agiganta prolongándose en el tiempo/ y te dispara en la sien. /Frente a él estás muerto”. Otorgándole al poema una vida sin fecha de caducidad, una misión más allá de quien lo escribe, misión consistente –a lo mejor- en armonizar el mundo.

Tal vez de las tantas corporizaciones que podamos encontrar del “yo” en el “otro”, una de las máximas representaciones sin duda es la de un hijo, desdoblamiento del “yo” por excelencia; elemento que es hallado en el poema Yo tenía un hijo, recreación del poema Iglesia abandonada de Federico García Lorca. Así, el hijo constituye una aspiración de la superación del yo, hacia un estado de pureza.

Otro aspecto resaltante en Yo es otro, es que la muerte es asumida como una puerta hacia la eternidad, así tenemos en el poema Segunda muerte de María ya mencionado, como en el poema Fin, donde el temor no existe, y la muerte es concebida como una bella aventura. Ya que no se puede tener miedo a lo que no se conoce, pues la muerte en sí no se conoce hasta que nos toca morir; sino que el miedo radica en perder lo que tenemos, lo que conocemos, o de lo que estamos hechos. Sean los versos del poema Fin, reconversión de Infancia V de Arthur Rimbaud: “que me alquilen esta lámpara
para alumbrar mis miedos /para ver la bellísima hondura de la muerte extenderse”. Parece ser que Barbieri entiende que las posesiones, circunstancias, personas y demás elementos que componen nuestra vida hasta el mismo “yo” son transitorios; y en compresión a esto, es que se nos da el privilegio de ser menos infelices.

Este libro surtido de imágenes, provisto de un lenguaje directo, sencillo y preciso (por mencionar algunas virtudes en cuanto a forma) más que en el modo de cómo y a partir de qué poemas ha sido escrito, su principal valor radica en que se constituye en un verdadero acto de amor e integración, en una entrega donde no se admiten los porqués, debido a que tal vez una de las mejores formas de vivir la poesía sea escribiendo sin paralizarse con cuestionamientos, tan sólo interpretar la palabra con la música que se dispara sin freno desde el interior. Un paso en la salida del “yo” que merece valorarse, y sobretodo en poesía, teniendo en cuenta que actualmente son pocos los poetas que parten de esta concepción del “yo” para elaborar sus poemas, y darle una huella a lo mejor más tersa y honorable a la poesía. Así en la sustracción del “yo”, apagadas todas las luces es posible la eternidad/ es posible ver la luz más tierna /la luz más palpable.
[4]
[1] Texto leído en la presentación del libro Yo es otro de Johnny Barbieri, el 28 de setiembre de 2007 en la ciudad de Chimbote.
[2] Verso del poema El cuerpo y el alma, de Johnny Barbieri.
[3] Versos del poema Paloma, de Johnny Barbieri.
[4] Versos del poema Luz, de Johnny Barbieri